En la ciudad iraní de Bad City puede pasar cualquier cosa.
En medio de un abanico de personajes marginales, una joven mujer vampiro vaga buscando alimentarse, combatiendo con su beso mortal la misoginia, hasta que una de sus víctimas demuestra ser más sensible que el resto. Hablado en farsi y realizado en un atmosférico blanco y negro, este filme parece un western vampírico al que se le ha sumado un romance teñido de sangre. Combina diversos géneros, estilos e influencias: evoca la fascinación propia de David Lynch, el terror, las novelas gráficas y el fresco rigor de la nueva ola del cine iraní.
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